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Una palabra marca la diferencia

Imagínate la situación. No hace ni dos días que acabas de poner pie en suelo británico y te encuentras dando un paseo por el famoso Camden Town acompañado de tu nuevo mejor amigo londinense. Estás disfrutando del ambiente, de sus tiendas alternativas y de su música cuando tu compañero crestado te pregunta: “Do you fancy Walkers?”. En ese momento no sabes si te está hablando de Chuck Norris o preguntándote si eres fan de Juego de Tronos. Agradeces que antes de poder abrir la boca, saca una bolsa de patatas de la mochila cuyo paquete te resulta más que familiar. Unas Lay’s de toda la vida.

Tranquilo, que estás como un flan y no se trata de una conspiración para que hagamos el ridículo cuando viajamos a otro país. Los motivos por los que las marcas cambian sus nombres dependiendo del país donde venden van desde cuestiones legales, culturales o lingüísticas hasta estrategias de marketing.

Continúa leyendo en español, o haz clic aquí para cambiar a la versión en inglés, y entérate de algunos ejemplos de marcas “cambiapieles” para que en tu próxima escapada al extranjero no te pillen con la guardia baja.

Lay's/Walkers

El malentendido que hemos experimentado al comienzo del post fue debido a razones comerciales. La multinacional PepsiCo, propietaria de la marca Lay’s, compró la compañía británica Walkers y decidió conservar el nombre de la marca para mantener la fidelidad de sus clientes.

Así mismo, se trata de una marca que tiene una gran variedad de nombres según el país: en México “Sabritas”, en Israel “Tapuchips”, en Vietnam “Poca” y en Egipto “Chipsy”.

Mr. Clean

La historia de Mr. Clean, Don Limpio, o Mr. Proper como se llamaba originalmente, está manchada por el oportunismo de algunos distribuidores europeos. El problema radicó en que las distribuidoras comenzaron a enviar los productos de países donde eran más baratos a países donde eran más caros con el objetivo de ganar más margen de beneficio. Esto provocó una gran crisis interna en la compañía.

Solución: Llamar al producto de forma distinta en cada país y negociar en cada uno el precio como si fueran productos diferentes.

Dunkin' Donuts/Dunkin' Coffee 

La problemática con el alimento más representativo de la ley y el orden estadounidense solo podía tener motivos legales. La llegada de Dunkin' Donuts a España fue de todo menos dulce, ya que se encontraron con que los derechos comerciales de la palabra donuts estaba registrada por la marca Panrico desde hacía décadas. La marca estadounidense tomó la decisión de asociarse con Panrico para explotar a medias el negocio en España y conservar su nombre original.

Hace unos años, Dunkin rompió el acuerdo y pasó a llamarse, solo en España, Dunkin’Coffee.

Danone/Dannon

Para finalizar tenemos un cambio de nombre hecho por cuestiones lingüísticas. Con el desembarco de la marca de origen español en tierras estadounidenses en el año 1937, se decidió cambiar su nombre por el de Dannon para facilitar su pronunciación. (De este modo, los americanos no tendrían que debatir sobre cómo se pronuncia Danone si “Dan won” o “Dah–no–nay”).

Si quieres probar unos Danone auténticos, disfrutar de un exclusivo Dunkin' Coffee o abrir una bolsa de deliciosas “Sabritas”, apúntate a un curso de español y sigue descubriendo de primera mano muchos de los otros ejemplos que podemos encontrar sobre el fascinante mundo del naming comercial.

Y como una imagen vale más que mil palabras, no olvides echar un vistazo al video que hemos preparado.

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